Quién es



Jesús es Dios y de eso depende todo

Hay verdades por las que dar la vida. La principal es afirmar con los labios, el corazón y las obras, que Jesús es Dios. A pesar de que nuestra cabeza no pueda abarcar (comprehender) el mismo concepto de Dios. “Entre el misterio y el absurdo, me quedo con el misterio”, decía Guitton. De esa verdad depende todo en nuestra vida. Porque Jesús, que es Dios, posee todos los atributos de la divinidad.