La Pasión de Cristo conforta
A los santos, Jesús les ha revelado el gran consuelo que le dan aquellos que meditan su Pasión. Esa Pasión me con-forta, permitiéndome decir ¡sí! a cualquier invitación al sufrimiento. La devoción a la Pasión me lleva no solo a aceptar la cruz sino también al deseo de sufrir más. Necesitamos el don de fortaleza del Espíritu Santo. El sufrimiento va de la mano del amor.