Rey Universal
Cuando una enamorada le dice a su enamorado “mi rey”, lo dice metafóricamente. Pero no es metáfora si se lo decimos a Cristo: es sustancialmente, ontológicamente, el Rey Universal, no solo en cuanto Dios sino también en cuanto Hombre. Queremos situarnos siempre bajo su reinado, siendo humildes para aceptar cualquiera de sus designios, y dándole la primacía afectiva.