Mirar y amar a María
La presencia continua de las fiestas y las solemnidades marianas, así como las apariciones de Ella a lo largo de los siglos, nos recuerdan que Ella nos protege y acompaña siempre. El amor que debemos a María, al margen de cualquier otra consideración válida, es un amor de correspondencia. Oración de san Bernardo a la Estrella del mar.