Imitación



Como María, da tu sí al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo actúa constantemente en nosotros, como actuó constantemente en María: no solo en la Encarnación, sino también cuando visita a Isabel, cuando calla a José su secreto, cuando obedece al exilio de Egipto… Como Ella, busquemos ser siempre ser movidos por el Espíritu Santo, más que por la mera psiqué. Subordinar las facultades puramente naturales a las sobrenaturales, recomendaba el padre Garrigou-Lagrange.



Inmaculado Corazón de María: "Dime con quién andas"

Dice la sabiduría popular: Dime con quién andas y te diré quién eres. Porque el trato cercano con otra u otras personas no nos deja incólumes. Pues acostumbrémonos a andar con María, para que participemos de su plenitud de gracia. En eso consistirá el marianizarnos, y acabaremos por hacer todo según sus modos.



Mi parecido a María

María es nuestra Madre y el icono de la Iglesia, es decir, lo que todos debemos ser. Observemos si tenemos su toque en las virtudes que más la caracterizan: la humildad, el cumplimiento fidelísimo del querer divino, su firmeza para acompañar a Jesús en la Cruz, su recogimiento oracional, su pureza inmaculada, su espíritu de servicio. Lleva contigo el aire de María, que es aire del Paraíso.