Amor hermoso
Invocamos a María con un bello título: Madre del Amor hermoso. Que nos ilusione pensar que nosotros podremos también alcanzarlo: el amor no egoísta, no interesado, no contaminado. El Amor que procede del Espíritu de Dios, que va limpiando la fuente corrompida de donde brotan pensamientos, afectos y decisiones perversas.