Inmaculada



Madre del Amor Hermoso

Del libro del Eclesiástico (26, 24-25) está tomado este bello título de María. Antes de existir Ella no se encontraba el Amor Hermoso, limpísimo, sobre la faz de la Tierra manchada por el pecado. Ese Amor fue depositado en su alma, y en él tenemos ahora la posibilidad de hacerlo nuestro. Un Gran Amor, el Amor de nuestra vida, que busca la totalidad, la delicadeza, la ausencia de ataduras o añadidos que lo empañen.