La necesitamos
No permitamos que dejen de resonar en nuestros oídos y en nuestro corazón las palabras de Jesús: “He ahí a tu Madre”. “¡La necesitamos!...”, clamaba san Josemaría. Más que un niño necesita a su madre de la Tierra, nosotros necesitamos una Madre para ir al Cielo. Llevemos una vida mariana, con la seguridad de estar de ese modo en el camino justo.