El consejo de oro de María
Solo una vez se recogen en los Evangelios palabras de María dirigidas a la totalidad de los hombres. “Hagan lo que Él les diga”, pidió a los servidores de las bodas de Caná. Es un consejo áureo: siguiéndolo, agradaremos siempre a Dios, porque tendremos la humildad de corazón. La sinceridad profunda consiste en detectar las voces engañosas que nos inducen al egoísmo, a la frivolidad, al materialismo.