Orar con y a María en el Rosario
En el Calvario, Jesús dice una frase doble: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego: He ahí a tu Madre. ¿Por qué repite? Porque una cosa es que María sea buena madre y otra que nosotros seamos buenos hijos. ¿Cómo serlo? Rezándole a Ella y rezando con Ella. Esto último se logra cuando contemplamos los misterios de la vida de Jesús desde su corazón. Iremos logrando que toda nuestra vida sea mariana.