Gratia Plena
El ángel Gabriel está extasiado ante un alma llena de gracia. Nosotros repetimos ese piropo en cada Avemaría, y así el Rosario nos introduce en la esfera vital de María, que es la del proyecto de Dios. Porque Ella no solo está llena de gracia, sino que lo es. Hermosa enseñanza de san Juan Pablo II: “Con el Rosario, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor”.