Poder de la intercesión
Es frecuente encontrar en el Evangelio la intercesión de deudos o de otras personas en favor de los enfermos. Consideremos el designio de Dios: quiere que pidamos para recibir, que busquemos para hallar, que toquemos para que nos abran. Confiar en que nuestra oración siempre es oída, aunque tarde o Dios a través de ella nos dé cosas mejores de las que esperábamos. Unamos nuestra voz al coro de oración de la Iglesia triunfante, purgante y militante.