Dios quiere que pidamos
Jesús, nuestro Maestro, nos enseña el arte de orar. En una ocasión, dijo: “El Padre celestial sabe lo que necesitan antes de que se lo pidan” (Mt 6, 9). Si ya lo sabe el Padre, ¿qué sentido tiene nuestra petición? Las respuestas de los Padres y de los santos son consoladoras: Dios no quiere hacer nada sin nuestra participación, pues le encanta que actuemos con Él.