Dichosos por ver y oír
Jesús hablaba en parábolas para invitar a abrir el corazón. De otra manera, aunque se vea no se ve y aunque se oiga no se oye. Pero somos dichosos si lo logramos, buscando verlo y oírlo de continuo. De otra manera, nuestra vida podría sumirse en desencantos y seríamos cristianos en riesgo.