Infancia espiritual



Nuestra madre, María, e infancia espiritual

El amor a María es señal de buen espíritu. Al modo de un termómetro, mi devoción mariana mide mi devoción a Dios. Se relaciona con la infancia espiritual: si necesitamos una madre en la tierra que nos amara y cuidara, mucho más la necesitamos en nuestra vida espiritual. ¿No será que nuestros desalientos, o nuestras sensaciones de soledad, obedecen a que se nos borra la cercanía de una madre, el consuelo de un regazo y la ternura de unas caricias?



30 de abril

Infancia espiritual

Hoy, día del niño, meditamos la infancia espiritual. Jesús dijo que era preciso hacerse como niños para entrar en el Reino de los Cielos. Eso supone el abandono en la Voluntad del Padre y el vivir en el ámbito de Dios, pues los niños no deben estar fuera de su casa. El resultado es la confianza y la seguridad de quienes viven las virtudes teologales.