Si amas no habrá infierno
El infierno existe y es eterno. “No puede nadie andar con sutilezas, porque la idea de la condenación eterna está firmemente arraigada en la doctrina de Jesús, tal como aparece en los escritos del Nuevo Testamento” (J. Ratzinger). Si hay algún resquicio de amor en el alma, aquello es rescatable para Dios. Ejercitarnos, pues, en las obras de misericordia. Si amo, para mí no habrá infierno (San Josemaría).