Enseñar al que no sabe - Dar buen consejo al que lo necesita
Para ello, empezar por sí mismo: por ejemplo, aprender cada día ser buen esposo, buena esposa; enseñar lo que luchamos por practicar. Nuestro deseo de conversión constituirá un acicate para que otros, al ver nuestro empeño por vivir la fidelidad cristiana. Dar un buen consejo requiere salir del propio yo. Tratar de comprender a fondo al prójimo.