Conversión al amor
Es poco el tiempo entre Navidad y Cuaresma. Pero ahora, ya muy cerca del comienzo del tiempo litúrgico que invita a la penitencia, nos preguntamos: ¿lo espero con ilusión? Sé que es la oportunidad de probar que mi amor es genuino, porque pasará por el crisol del dolor. Sin olvidar que la conversión no es un esfuerzo espasmódico para mejorar, sino una apertura al amor creador de Dios.