La vocación es misterio
Dios es Dios, lo cual significa que llega a la previsión, al acompañamiento, a la disposición de cada aspecto de nuestra vida. A nosotros nos pide dejarnos conducir, porque nos amó con anterioridad a nuestra respuesta, y nos amó desde siempre. Fidelidad a la propia vocación, y abandono al proyecto de Dios.