El Espíritu Santo nos hace discernir la Voluntad de Dios
Los hombres conocemos muy imperfectamente a Dios y las cosas de Dios. No tenemos una brújula segura, si contamos solo con nuestras fuerzas. Por eso nos ha sido enviado el Espíritu Santo, que nos resulta imprescindible para ir adelante en el camino hacia el Cielo.