Sacerdocio



El Espíritu Santo en la vida del sacerdote

Una diferencia entre el sacerdote diocesano y el religioso: que este último tiene una regla (la de san Benito, la de santo Domingo, etc.), y el que no tiene reglamento necesita absolutamente la acción del Espíritu Santo. Vae soli!, dice la Escritura: no dudemos que no nos conviene andar sin la ayuda, la fortaleza, la luz del Espíritu Santo. Busquemos ser movidos desde dentro, para no ser manipulados por los objetos exteriores.



Eucaristía y sacerdocio

Camino de Emaús, Cleofás y su compañero reconocen a Jesús al partir el pan. La razón primordial del ser sacerdotal es la Eucaristía. Toda puesta en práctica de los planes pastorales ha de sacar su fuerza del Santísimo Sacramento. Si descuidáramos la Eucaristía, ¿cómo podríamos remediar nuestra indigencia? La eficacia de una vida apostólica depende de la difusión del culto eucarístico.



Vocación sacerdotal

Dios nos ha elegido, en Cristo, antes de la creación del mundo. Tener la conciencia de haber sido elegidos a través de esa indescriptible combinación de posibilidades, para llegar a lo que somos. El misterio de la vocación se va revelando poco a poco, suave y fuertemente. El hombre supera infinitamente al hombre, porque Dios lo sostiene. Hacer que sea el amor lo que sostenga nuestra fidelidad.