Escucha y practica
¿“Quiénes son mi madre y mis hermanos? Los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Vigilemos para no escuchar las voces del mundo, de la serpiente, de la naturaleza desordenada. Atendamos a las palabras de Jesús que recoge el Evangelio: pocos minutos diarios de lectura meditada cambiarán nuestra vida.