Santidad



Santidad es amor

El proyecto de Dios es grandioso: hacernos como Él, divinizarnos. Santo es lo propio suyo, a diferencia de lo profano, lo terreno. Para eso nos creó, y por eso la santidad da respuesta a las mayores ansias del corazón humano. No cercena, sino sublima, llevando al hombre a las alturas insospechadas de la intimidad divina.