Simplificarse en la divinización
Prólogo del Evangelio de San Juan. Antes se rezaba al final de todas las misas, para recordar el proyecto de Dios fundamental para con nosotros: hacernos hijos de Dios. Y el Señor vuelve a recordarlo al final de su vida terrena: que seamos en Él, para ser perfectamente uno en el Padre. Esa será la dirección fundamental de nuestra vida, evitando la complicación. Recomendaciones de Mons. Martínez a la beata Concepción Cabrera cuando perdía de vista este proyecto divino.