Retomar el propósito de la santidad
I Tes 4, 3: “Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación”. Planteamiento universal que todos debemos hacernos: no se trata de vivir por vivir, sino vivir para santificarnos. La santidad es simple y gozosa, pues se trata de amar. Para eso está diseñado el corazón humano, aunque la totalidad del amor que pide Dios no resulte a nuestro alcance. Necesitamos al Espíritu Santo.