Santidad para todos
“Amigo, ¿a qué viniste?” Se preguntaba san Bernardo al entrar al monasterio. Lo mismo podemos preguntarnos cada uno. Recordar que venimos a cumplir la voluntad de Dios: que seamos santos. No es algo extraño, sino que es el plan de Dios para todos los hombres. Y se refuerza con el mensaje del Opus Dei: llamada universal a la santidad. Nuestra tarea es planteárnosla y promoverla.