La lámpara es el ojo
Si tu ojo derecho te es ocasión de escándalo… la lámpara de tu cuerpo es tu ojo… En el contexto de las enseñanzas morales recogidas en el capítulo 5º de san Mateo, Jesús nos da una pista para conservar la pureza de corazón: cuidar la vista. “¡Cuántas experiencias a lo David!”, exclamaba san Josemaría. El ojo mortificado verá la hermosura del Cielo.