
Afinar en la Santa Pureza
En el festín de Baltazar, Dios envía el castigo por haber profanado los vasos del Templo de Jerusalén. Más grave es la profanación de los vasos vivos de los cuerpos. Faltar a la pureza tiene algo de sacrilegio. Vivir la pureza tiene mucho que ver con el “amarás”. La pureza agranda el corazón, facilita la afectividad y es fuente de alegría.