El que mira a una mujer deseándola…
En su enseñanza moral, Jesús pide atender al interior, al corazón. Equipara el adulterio cometido con el adulterio interior. Llama, pues, a una pureza de fondo, que es “santa” porque se analoga con lo propio de Dios. No se puede vivir con las propias medidas ascéticas, sino cuando la persona esta sobre-centrada en Jesús, des-centrada de sí.