Corazón puro para ver a Dios
El corazón puro es el órgano para ver a Dios. Como los fariseos, tenemos la tendencia a pensar que las injusticias proceden de fuera, sin considerar que el mal está en el fondo de cada corazón. La doctrina de san Juan de la Cruz sobre las noches purificadoras del espíritu y del sentido arroja luz para que sepamos colaborar con Dios en esa tarea purificadora.