La caridad es de Dios
El cristianismo no es un moralismo, pero sí tiene clarísimas normas morales. El modernismo que cada cierto tiempo resurge busca diluir la claridad y la exigencia de la moral predicada por el Señor. Su exigencia, por ejemplo en el ámbito de la caridad, supera cualquier moral natural. La caridad permanece para siempre, y nuestras buenas obras nos acompañarán en la eternidad.