La estimación y la caridad
Luego de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dice que deben amarse unos a otros como Él nos ha amado. Necesitamos el amor divino para cumplir el precepto de la caridad. Pero podemos ejercitarnos, de acuerdo a la enseñanza de santo Tomás, con la “estimación”, es decir, con la actitud de fijarnos ante todo en las cosas buenas de nuestros prójimos –y no en las malas.