Caridad, Corazón de Cristo.
San Pablo sugiere una meta al parecer inalcanzable: tener los mismos sentimientos de Cristo, y si esto lo aplicamos a la caridad con el prójimo, advertimos la gran diferencia. ¿Podrá nuestro corazón ser misericordioso, paciente, en el que quepa todo el mundo? Solo si nos llena el Espíritu de Amor. En el himno a la caridad de la carta a los Corintios encontramos un retrato de la caridad de Cristo.