Fíjense en las aves
Fíjense en las aves, decía Jesús. Fíjense en los lirios del campo, pedía también. Como si nos indicara que a través de la creación Él nos mandara señales. Estamos llamados a ser “contemplativos en lo ordinario”, es decir, que todo “nos lo recuerde”, que todo nos hable de Dios. Porque Dios está en todo por esencia, presencia y potencia. Leyenda del cirquero que, con sus cabriolas, conmovía a María.