En estado de conversión
Jesús comenzó su predicación diciendo: “Conviértanse, porque está cerca el Reino de los Cielos”. El Reino de los Cielos es Él, y realmente está cerca si nos convertimos. Podemos hacerlo a través de constantes actos de contrición, a través de la docilidad a las mociones del Espíritu, y a través de tomar como regla de vida su Palabra en la Escritura.