Conversión y tiempo de penitencia
Es bueno comenzar por el principio. ¿Y cómo comenzó Jesús? Invitando a la conversión y a la penitencia. Hagámoslo también, porque siempre tenemos algo que debemos rectificar, modificar. A Dios le agrada tanto la contrición, dice san Francisco de Sales, que si los demonios pudieran tenerla, incluso a ellos los perdonaría.