Cruz



Acuérdate de la Cruz

El que quiera venir en pos de Mí que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga (Mt 16, 24). Guardemos bien en nuestra memoria esta invitación del Señor. Porque de otra manera nos quedaremos varados: no es posible conservar la propia vida y no perderla. El camino del Siervo de Yahvé es también el de todos los que quieran ir en su seguimiento. Amar la cruz que Dios dispone para cada uno es una gracia que hemos de anhelar