La Cruz de Jesús es mi cruz
Mc 8, 35: “Jesús llamó a la multitud y a sus discípulos y dijo: ‘el que quiera venir conmigo, que cargue con su cruz y que me siga’”. Los oyentes de Jesús sabían más claramente que nosotros lo que la cruz significaba: el instrumento donde, de manera atroz, se entregaba la vida. Por eso Jesús continúa: “Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que la pierda por Mí y por el Evangelio, la salvará”. Se trata de un llamamiento a la donación sin reservas: nuestra vida en su totalidad está comprometida..