Inevitable lo adverso, evitable la contrariedad
La devoción a la Pasión del Señor es constitutiva del cristianismo y, por tanto, del avance espiritual. Considerándola, comprenderemos la ciencia de la cruz y estaremos mejor dispuestos ante ella, hasta amarla. El hombre nace llorando, y en toda su vida aparecerán adversidades. El proyecto salvífico de Dios cuenta con ellas. No son evitables, lo evitable es que me suponga rechazo o contrariedad.