Espíritu deportivo y esperanza
San Pablo compara la vida cristiana con las competiciones deportivas. El carácter lúdico, la alegría del esfuerzo, resultan adecuadas comparaciones. En la carrera hacia la eternidad, sin embargo, lo que cuenta es esa sustancia energética imprescindible: la gracia de Dios, y no la capacidad personal. Pensar que Dios es magnánimo y quiere darnos gracias como a los santos más santos.