Espíritu Santo, frutos y dones
Jesús rogó al Padre para que nos mandara otro Consolador. Noticia sorprendente, que nos llena de gozo y de confianza. Estamos llamados a escucharlo siempre, porque el Espíritu siempre nos da sus mociones interiores. Si existen en nuestra vida los frutos de su acción, quiere decir que el Consolador está contento en nuestra alma.