Espíritu Santo



Riqueza para aprovechar

“La esperanza no falla… porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Rom 5, 5). Somos introducidos personalmente en la vida de Dios. Con el Espíritu Santo tenemos una riqueza incalculable, el asunto es que sepamos aprovecharla. La conciencia de su acción santificadora nos llevará a invocarlo.