El Santificador
Una ilusión: quedar también nosotros, como los Apóstoles en Pentecostés, llenos del Espíritu Santo. La santidad es efecto de su acción, y las bienaventuranzas son resultado de la presencia de los dones. Comprender las verdades de fe, saborearlas, vivir desprendidos de lo material, aborrecer el pecado… todo eso viene con la acción del Santificador.