El caso del Buen Ladrón
La Teología escudriña la Revelación para obtener sus conclusiones, deseando conocer mejor cuanto Dios ha querido decirnos. El pasaje del Buen Ladrón es toda una pedagogía del más allá: Jesús juzga, Jesús recompensa, Jesús es el objeto de esa recompensa. Abrirnos a las palabras y a los gestos del Hijo de Dios para adelantar el momento de comparecer ante Él.