Fidelidad
Muchos, casi todos los personajes que Jesús llamó a seguirlo, le fueron fieles. Otros, no. También en la historia de la Iglesia se han dado esos tristes casos: Tertuliano, Lutero y antes, Salomón. Esta virtud está hoy en día bastante minusvalorada. Busquemos serlo nosotros, con el cuidado de los detalles pequeños que son la custodia del verdadero amor.