Filiación divina



Presentes en Nazaret

Vamos a presenciar el más grande prodigio que han contemplado los siglos: Dios que se encarna en la joven Nazarena. Pasmados, contemplamos el misterio, y aprendemos de María a responder prontamente a las invitaciones de Dios. Entonces también nosotros podremos recibir la filiación divina.