Padre y muy Padre
El sentido de la Encarnación es hacernos hijos de Dios. Pero esta verdad no es sensible ni verificable, pues es del todo sobrenatural. San Josemaría recomienda “convencerse”, “saturarse”, “empaparse” del sentido de filiación. Lo refiere en el n. 267 de Camino, que es autobiográfico. Oración del “Hijo mío”, como paralela al Padrenuestro.