Conciencia de hijo
Vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron. Pero a quienes lo recibieron, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios. Esta es nuestra verdadera grandeza. Nada comparable a la grandiosidad del proyecto de Dios. Realmente, nos cambia nuestra naturaleza limitada por la participación en la suya. Consecuencias: paz, visión positiva, entrega porque son las cosas del Padre…