Jesús resucitado, en la misma mañana del Domingo, le pide a Magdalena que avise: “Subo a mi Padre y vuestro Padre”. Ahí está toda la buena nueva, la revelación de Jesús del Padre como Padre nuestro Trascendente al tiempo que cercanísimo, cariñoso. Recuperar el Padrenuestro.