Filiación divina



Hijos de Dios movidos por su Espíritu

La carta a los Romanos habla en profundidad del designio de Dios para las creaturas racionales: comunicarles la vida divina, hacernos hijos de Dios. Y que todo ese proyecto inaudito del Padre tiene lugar a través de Cristo, ya que participamos de esa única Filiación. San Josemaría repetía que ese debía ser el fundamento de nuestra vida espiritual, proporcionarnos alegría y paz.